lunes, 26 de diciembre de 2016

El precio de ser "diferente"


Al principio pensé que era por la nostalgia que en estas fechas pasea por la mente de algunos de nosotros, pero al igual que muchas veces me ha ocurrido, tuve que aceptar el hecho de que nunca o más bien definitivamente nunca, podré ser, sentir o por lo menos “pensar” de la misma manera en que lo hace la mayoría de la gente.
Es muy triste ver como una sola e insignificante persona (por lo menos para mí), puede llegar y echarme a perder una noche y un maravilloso día completo, ¡En un solo instante!. Pensándolo bien, la culpa no es de esa “personita” sino del valor que las personas que menos te imaginas le dan, y más triste aún, cuando has escuchado a esas mismas personas expresarse “no muy bien” de dicha “personita”, esto en resumen, es mi vida.
Mi eterna lucha interior entre ser hipócrita y “aceptar” las cosas por complacer a otra o a otras personas y mandar todo al carajo y ser como en verdad soy, me sigue costando amargas horas de depresión y angustia. He trabajado muy fuerte por lograr “encajar” y siento que he avanzado mucho, sin embargo hay situaciones y sobre todo “personas” que por más que intento no logro soportar y repito, la culpa no es de esta “persona” en específico, a mí en lo personal no me ha hecho nada y que exista o no me da igual, lo difícil es ver como ya sea por interés o solo por “quedar bien” la gente que supones inteligente y que además se ha expresado “mal” de esa misma persona, al verla, literalmente se “transformen” en alguien que no conoces.
Quizá sea yo o solo a mí me pase, pero me confunde mucho el hecho de que alguien te platique o te comente,  que tal o cual persona te hizo esto, te hizo el otro, se portó de cierta manera contigo, te hizo sufrir, no te valoró, te menospreció, etc., pero finalmente te diga: “No es tan mala persona”… eso me desquicia, no lo puedo entender y no lo acepto, me hace pensar más de mil cosas y me trastorna, primero te presentan a alguien como el más malo,  y ya que te has creado esa imagen de él en la cabeza, entonces te juzgan porque pues “no es tan mala persona” y no merece que lo veas o trates de esa manera. En esos momentos no puedo evitar pensar en lo hipócrita que son algunas personas y en lo equivocado que estaba al pensarlas honestas, eso es muestra de que contigo son igual, te ven y te tratan de una manera cordial y conviven y te hacen creer que se sienten bien contigo, pero cuando te das la vuelta, ¿Qué dirán de ti?  ¿Cómo se expresarán de ti?, o peor aún, ¿Que trato le darán a esa persona que te hicieron creer casi  “malvada” cuando tú no estás??? ¡Cuando tú no ves!, ¡Cuando tú no oyes!   Porque al final, “Pues no es tan mala persona”, eso me da más miedo que cualquier película de terror que haya visto y créanme, he visto muchas, honestamente me da MUCHO MIEDO.

Desafortunadamente así es esto llamado vida y cada quien está donde quiere y con quien quiere estar, lo difícil es saber ¿Hasta dónde y que puedes soportar? ¿Hasta donde esa olla aguantará la presión? , ¿Hasta dónde puede llegar tu confianza? Si a cada momento la ponen a prueba…

Muchas personas me han dicho durante mis 45 años de vida que soy "raro" que soy "de carácter difícil" que soy demasiado "selectivo" e incluso que soy "muy grosero" pero prefiero ser mil veces TODO lo anterior a ser HIPÓCRITA, eso no va conmigo, seguramente podré cambiar muchas cosas por complacer a quienes amo, pero eso NUNCA, NUNCA podré hacerlo.

Sé que las personas que lean esto antes de que acabe el año, son las que realmente se interesan en lo que pienso y en lo que escribo, pero también sé que las personas que "conviven" conmigo por algún interés, solo por quedar "bien" o por puro y absoluto compromiso, no lo harán o lo harán mucho tiempo después, a las primeras les deseo de corazón, un feliz 2017, que su trabajo y esfuerzo los acerquen más o mejor aún los lleve ha alcanzar este año venidero sus sueños y anhelos, a las otras, ni bien ni mal.
Gracias por leerme! reciban de mi parte un fuerte y sincero abrazo.

miércoles, 5 de octubre de 2016

MIEDOS

Las hojas comenzaban a caer indicando que el otoño llegaba, un viento helado comenzaba a sentirse en las calles del pequeño pueblo.
La frase daba vueltas en su cabeza una y otra vez desde el día de su última cita con el Psicólogo:       ¡ENFRENTA TUS MIEDOS!  Ya habían pasado tres días, pero no podía pensar en otra cosa.
Decidido, salió de su casa en busca de lo necesario, al regresar, repasó nuevamente lo que tenía planeado.
Tres horas tardó en prepararse, fue muy meticuloso y detallista, estaba decidido a poner remedio de una buena vez a ese miedo que tenía desde que tenía memoria.
Vestido y maquillado como payaso sé quedó varios minutos frente al espejo, su frente comenzó a llenarse de sudor, él sabía que debajo de todo aquello estaba él, sin embargo, no podía evitar que sus manos temblaran incontrolablemente al ver aquella imagen en el espejo, solo habían pasado 20 segundos, pero el sintió que había sido una eternidad, el pánico lo invadió y salió corriendo de su departamento hacia la calle, no pensaba en lo que hacía, solo quería huir de aquella imagen en el espejo. Una señora que iba caminando sobre la acera al verlo correr hacia ella salió gritando para el lado contrario, llena de miedo no vio un borde en la banqueta y cayó estrepitosamente golpeándose la cabeza, su marido que iba a encontrarse con ella después del trabajo como lo hacía todos los días, alcanzó a ver todo y corrió para ayudarla, se arrodilló frente a ella, estaba inconsciente y un pequeño charco de sangre comenzaba a formarse bajo su cabeza, al ver esto el marido comenzó a llenarse de rabia, en ese momento el hombre disfrazado de payaso aún corría calle abajo desesperadamente, el marido cegado por la rabia dejó a su Esposa tendida sobre el piso y corrió tras él, era tanto su coraje que le dio alcance rápidamente, lo derribó, se abalanzó sobre él, puso su rodillas sobre los brazos del payaso  y comenzó a golpearlo en la cara una y otra vez, después del tercer golpe el hombre disfrazado de Payaso perdió el conocimiento, pero eso no impidió que el enardecido Esposo cesara de golpearlo. El policía que estaba a punto de terminar su turno pudo ver como un hombre derribaba a un payaso y comenzaba a golpearlo, bajó de la patrulla rápidamente y le ordenó al señor que se detuviera y se pusiera de píe con las manos en alto, ensordecido por la ira el hombre no escuchó y continuó golpeando al inconsciente payaso, entonces el policía gritó la segunda petición mientras sacaba su arma apuntando al enfurecido Esposo, después de la tercera solicitud de rendición el policía pensó en hacer un disparo al aire como advertencia, en ese momento la señora afectada, que ya había recuperado el conocimiento y había corrido hacia donde estaba su Esposo, se abalanzó sobre la espalda del policía quien en ese momento jalaba el gatillo de su arma de cargo, el empujón que la mujer dio al policía con la esperanza de evitar que lastimara a su marido produjo todo lo contrario, la bala fue directo a la nuca de su marido quien se desplomó como tocado por un rayo, el policía que caía al suelo con la señora encima accionó el arma instintivamente  por segunda vez, en esta ocasión la bala se incrustó en el pecho del inconsciente payaso matándolo inmediatamente.

 Y tú.... te animas a ENFRENTAR TUS MIEDOS?

Gracias Amor!



Quizá la palabra sea muy trillada y de tanto repetirla pierde su sentido real, pero, ¡GRACIAS! ¿Porqué? 
La lista es larga…

Cada día me enseñas a dar sin pensar en recibir
Me enseñas a no ser tan aprensivo
Aprendo que no todo está contra mi
Gracias a ti ahora entiendo:
Que no todas las palabras tienen trasfondo o doble intención
Que los errores, son eso, errores y no malas intenciones
Que los olvidos y omisiones son parte de nuestra estresante vida y nada tienen que ver con lastimar
Que las manías y costumbres son parte de cada uno de nosotros 
Que maldecir y estar enojado por todo, no solo afecta mi ánimo sino el de todos los que me rodean
Que aún hay gente buena y que se puede confiar en algunas de ellas 
Que siendo negativo me hago daño y además daño a los demás 
Que una simple palabra puede cambiar todo el contexto e intención de una frase
Gracias por sacarme de la oscuridad, Gracias por amarme, Gracias por estar a mi lado, Gracias por iluminar mi camino, Gracias por tus sonrisas, Gracias por tanta felicidad, Gracias por ser, Gracias por estar, Gracias por ti y ahora también Gracias por mí.

TE AMO VIDA MÍA
GRACIAS