Por fin lo entendí
Quizá no debería de sentirme orgulloso porque lo logré hasta los 52 años, pero soy fiel creyente de la frase: “más vale tarde que nunca”, o quizá los caminos por los que he decidido transitar en esta vida me han querido enseñar el verdadero sentido de esta frase, no lo sé.
Pero, en fin, eso es tema para otra ocasión, lo que ahora me lleva a escribir esto, es el despertar de mi consciencia respecto a la incesante lucha interna con la que vengo lidiando por más 8 años, mi lucha contra lo que me dijo mi psicólogo: “tu monstruo interno” “tu oscuridad” “tu parte mala”.
Ahora sé que nunca seré una persona “buena”, “linda”, “suave”, “delicada”, “bien portada”, en resumen, DÉBIL.
Ya aprendí que esa parte “mala” que llevo dentro nunca se irá, y que además ¡NO quiero que se vaya! Ese “monstruo” que vive dentro de mi es él que me ha ayudado a salir de mis peores crisis, es el que ha sacado lo mejor de mi y me ha llevado hasta donde estoy ahora, ¿por qué debería de luchar contra el? lo que estoy haciendo ahora es DOMINARLO, yo sabré como comportarme ante una situación y pretendo siempre hacer el bien, pero no te confundas, eso no me hace estúpido, débil o suave, porque mi “Monstruo” sigue dentro de mí, y no dudaré en dejarlo salir cuando YO crea que es necesario! ¡Ya aprendí que mi “¡Monstruo” se llama INSTINTO y eso es parte de mi esencia, así soy! y no puedo cambiar lo que soy! El INSTINTO y la INTUICIÓN no se dejan, son verdad pura.
La aparente humildad, la aparente suavidad, las ganas de caer bien y encajar en la sociedad, el miedo de no perder seres que hay alrededor de ti, y que en la mayoría de las veces no aportan casi nada o nada, pero que los tienes ahí por comodidad, porque ahí te conoces, es lo que NO me dejaba ser YO, esa absurda necesidad es por la que vivía en un constante sufrimiento.
Es el Ego el verdadero enemigo, es lo que me distrae constantemente del amor y es donde tengo que regresar constantemente.
Cuando trataba de aparentar humildad y calma solo estaba aparentando debilidad, solo trataba de demostrarle a los demás que nos soy “malo”, tratando de hacerles creer que no hay un “monstruo” dentro de mí y era en esas ocasiones cuando más se notaba que solo aparentaba.
¡No tengo que tener una sonrisa todo el tiempo para estar pleno, no tengo que agradarles a todos para ser YO!
Ahora veo a mi “monstruo” como un rival digno, como algo que tengo que dominar para conectar con el amor, la tranquilidad y la paz, siempre un paso adelante de el, lo respeto y también lo admiro, incluso lo pongo al servicio de otros, porque a mí ya me enseñó a ser humilde y amoroso.
Ahora me amo y me acepto por completo y no me importa si los demás piensan que no soy “normal” ni “buena onda”, me considero una persona amorosa para quienes realmente me importan y me conocen, quienes no entran en este rubro pues con la pena.
Todo lo que me molesta de mi entorno me enseña algo que yo no debo de hacer o como no quiero ser, de igual manera, si algo o alguien me agrada lo hago mío, eso me hace crecer en amor, en paz y en plenitud, eso es lo que realmente quiero proyectar.
Ya decidí ser un “monstruo” ante los ojos de todo mundo, prefiero ser un cabrón y tener el dominio de mis mismo para convertirme en una persona genuinamente buena, que ser un pendejo débil y que todo mundo me pise solo por aparentar.
Ahora sacó a mi “monstruo” pero con correa y me atengo a las consecuencias, esa es ahora mi verdadera lucha, adentro, no afuera.