Buscó una puerta, ya que las ventanas estaban muy altas y no había nada en que pudiera trepar para alcanzarlas, no había ni un solo mueble, solo las paredes cubiertas de madera las cuales recorrió palmo a palmo; para entonces ya había oscurecido completamente y la temperatura ya había bajado considerablemente, no sabía cuanto tiempo había pasado desde que salió de la caja, la oscuridad ya no le permitía ver mas allá de su nariz y el silencio solo le permitió escuchar su respiración, entonces se le ocurrió que tal vez en el piso habría alguna salida, se tiró al piso y a tientas comenzó a buscar, pero a los pocos minutos desistió, el frío le calaba hasta los huesos, el cansancio se apoderó de su cuerpo y se quedó dormido en el piso.
Lo despertó la luz del día dando directamente en su cara, impidiéndole abrir bien los ojos, estaba sentado en la parte trasera de su auto, de pronto todo le vino a la mente como una ráfaga, la caja, aquel lugar sin salida y ahora se encontraba ahí en el asiento trasero de su auto, -¿Me estaré volviendo loco?-, se preguntó, volteó hacia el switch y vio con alegría que las llaves estaban pegadas, no sabía donde estaba, era una carretera en medio del desierto, giró la llave rogando que encendiera, el auto se puso en marcha.
Aquella carretera parecía no tener fin, la aguja de la gasolina indicaba menos de un cuarto del tanque, llevaba ya un rato conduciendo y no había visto ni un solo señalamiento, ni una casa , ni nada que le pudiera indicar donde estaba.
– ¡Pronto voy a necesitar combustible!-, no había acabado de pensarlo cuando a lo lejos alcanzó a distinguir lo que parecía una estación de servicio.
-Buenos Días-, gritó, pero aquel lugar parecía abandonado, se acercó a la pequeña tienda, pero los estantes estaban vacíos y llenos de polvo; trató de empujar la puerta pero una cadena y un candado se lo impidieron, rodeó el lugar y solo encontró basura y algunos neumáticos inservibles; regresó al auto y se acercó a la bomba de gasolina, tomó la manguera y de pronto todo se volvió negro.
CONTINUARA...
No hay comentarios:
Publicar un comentario